LANCASTER, Pennsylvania, 21 de octubre de 2020 /PRNewswire-HISPANIC PR WIRE/ — Esta semana, los oficiales locales rechazaron una solicitud de publicar los videos de las cámaras portátiles policiales y otra información en torno al asesinato de Ricardo Muñoz por parte de la policía.
El mes pasado, Muñoz, de 27 años, fue fatalmente baleado después de que su familia se comunicara con la policía para pedir ayuda durante una crisis de salud mental. El Sr. Muñoz, que fue diagnosticado con esquizofrenia y trastorno bipolar cuando tenía unos 20 años, era muy conocido para los equipos de intervención en situaciones de crisis y para el Departamento Policial de Lancaster, ya que su familia había acudido a ellos en repetidas ocasiones para recibir ayuda en situaciones similares.
Los abogados que representan a la familia Muñoz han comenzado una investigación civil dentro del Departamento Policial de Lancaster y otras entidades que participaron en el asunto; además, han solicitado la publicación del video completo sin editar del incidente de la cámara portátil del oficial de policía y las grabaciones completas sin editar de las llamadas que resultaron en el envío del oficial. Hoy, los oficiales de la ciudad se negaron a publicar la información solicitada, afirmando que es necesaria una revisión legal.
«A pesar de ya haber anunciado públicamente los resultados de su propia investigación sobre el caso, la Ciudad de Lancaster se niega a publicar todas las pruebas que apoyan esa conclusión», expresó Daisy Ayllon, abogada de Levin & Perconti. «El fiscal de distrito y otros abogados ya han revisado toda esta información, y han publicado información de forma selectiva; no obstante, se niegan a mostrarla a la familia a pesar de las repetidas solicitudes reclamando que es necesaria una revisión legal adicional».
El 13 de septiembre, la familia del Sr. Muñoz llamó a la línea directa de intervención en situaciones de crisis cuando Ricardo comenzó a inquietarse y a experimentar un episodio psicótico. Siguiendo las instrucciones del operador, luego llamaron al número de la policía local que no es de emergencias para recibir ayuda, así como al 911. La policía local envió un oficial a la residencia de la familia Muñoz. Minutos después de que llegó el oficial de la policía, Ricardo Muñoz estaba muerto. Fue baleado varias veces por el oficial frente a su casa.
«El investigador del fiscal de distrito ni siquiera entrevistó a la hermana de Ricardo, que había llamado al 911, y que también era una testigo ocular de los hechos que ocurrieron inmediatamente antes y después del tiroteo. Ni tampoco investigaron si el oficial que lo baleó había violado las mejores prácticas sobre cómo responder a la llamada, o si tenía la opción de utilizar armas no letales. De hecho, los investigadores del fiscal de distrito ni siquiera sabían si el oficial estaba equipado con armas no letales, como las tasers, balas de goma o sacos de arena», sostuvo Michael Perna, codefensor de la familia.
«El incumplimiento por parte del departamento de policía de Lancaster de implementar un plan para desescalar una crisis de salud mental de manera no violenta ni letal es una tragedia para la familia de Ricardo y para las familias con seres queridos que sufren problemas de salud mental y confían en el departamento de policía y en los centros de intervención en situaciones de crisis para que las ayuden a proteger, y no asesinar, a sus seres queridos», agregó Ayllon. «La familia y el público tienen derecho a saber cómo el pedido de ayuda de la familia para su ser querido en crisis terminó en un final tan horrible».
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FUENTE Levin & Perconti