Declaración conjunta detalla guías sobre la educación y el apoyo para el autocontrol de la diabetes
La Asociación Americana de la Diabetes, la Asociación Americana de Educadores en Diabetes y la Academia de Nutrición y Dietética aconsejan a los prestadores derivar a sus pacientes en cuatro momentos críticos de la vida
BOSTON, 5 de junio de 2015 /PRNewswire-HISPANIC PR WIRE/ — En las 75tas Sesiones Científicas de la Asociación Americana de la Diabetes se hará hoy una declaración conjunta de posición señalando cuándo, cómo y qué tipo de educación y apoyo para el autocontrol de la diabetes (DSME/S, por sus siglas en inglés) se debe brindar a los pacientes. La declaración también se publicará en Internet simultáneamente en Diabetes Care (El cuidado de la diabetes), The Diabetes Educator (El educador en diabetes) y Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics (Revista de la Academia de Nutrición y Dietética).
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La declaración, escrita por representantes de la Asociación Americana de la Diabetes, la Asociación Americana de Educadores en Diabetes (AADE, por sus siglas en inglés) y la Academia de Nutrición y Dietética (AND, por sus siglas en inglés), ofrece un algoritmo con guías para prestadores de salud sobre cuándo derivar a pacientes con diabetes a educadores en diabetes certificados y otros profesionales capacitados para educar y brindar apoyo. Al reconocer que la persona con diabetes es el principal encargado de su salud, la educación y el apoyo para el autocontrol de la diabetes o DSME/S hace referencia a la información y las habilidades que necesita alguien con diabetes para cuidarse como corresponde y al apoyo que necesita para implementar esas habilidades y comportamientos.
Específicamente, la declaración destaca cuatro momentos fundamentales para evaluar la necesidad de una derivación para DSME/S: al momento del diagnóstico, anualmente, cuando nuevos factores que complican la situación afectan el autocontrol de la diabetes y, por último, cuando hay una transición en la atención. La declaración también ofrece guías sobre el tipo de información y apoyo que los pacientes necesitan en estos momentos críticos. Por ejemplo, las guías sugieren que inmediatamente después del diagnóstico, la educación debe enfocarse en cuestiones de seguridad, hacer frente al diagnóstico y el proceso de incorporar el autocontrol de la diabetes en la vida cotidiana. En las evaluaciones anuales se deben revisar y revaluar los objetivos del tratamiento, las necesidades del autocontrol de la diabetes y las habilidades para resolver problemas; hacer todos los ajustes a la terapia que sean necesarios y abordar las inquietudes o los problemas que el paciente pueda tener. Los factores que complican la situación incluyen nuevas afecciones o limitaciones físicas. Las transiciones de la vida y los cambios en el estado de salud requieren información y apoyo más personalizados para ayudar a los pacientes a satisfacer necesidades individuales. El algoritmo también describe el contenido a enseñar, los roles y los pasos prácticos recomendados tanto para el prestador que hace la derivación como para el educador en diabetes.
«Tenemos algoritmos para cuándo y cómo recetar medicamentos para diabéticos, pero nunca hubo un algoritmo para comenzar y profundizar la educación en el autocontrol de la enfermedad», señaló la Dra. Margaret Powers, dietista registrada, educadora en diabetes certificada, científica investigadora en el Centro Internacional de la Diabetes en Park Nicollet y presidenta electa de Atención médica y educación para la Asociación Americana de la Diabetes. «Si uno le pregunta a los médicos clínicos cuándo debería darse educación sobre diabetes, las respuestas son muy variadas. Necesitamos un conjunto de guías básicas y claras sobre cuándo ofrecer y cómo evaluar las necesidades de los pacientes en cuanto a la educación y el apoyo para el autocontrol de la diabetes. Este documento ofrece esas guías necesarias».
Investigaciones muestran que la educación y el apoyo para el autocontrol de la diabetes mejora los resultados de la diabetes, por ejemplo, ayuda a bajar los niveles de A1C; reduce la aparición y/o el avance de las complicaciones de la diabetes; mejora los comportamientos asociados al estilo de vida, como hacer una dieta más saludable y ejercicio con más frecuencia, y reduce la preocupación y la depresión asociadas a la diabetes. También hay estudios que han demostrado que esta es una forma efectiva de reducir los ingresos y reingresos a los hospitales.
«Sabemos que la educación en diabetes funciona», afirmó Joan Bardsley, quien tiene un máster en administración de empresas, es enfermera registrada, educadora en diabetes certificada y participante del Programa de Becarios de la Asociación Americana de Educadores en Diabetes, además de ser vicepresidenta adjunta de Instituto de Investigación de Medstar Health y la expresidenta más reciente de la Asociación Americana de Educadores en Diabetes. «Pero uno de los vacíos más importantes que hemos visto es que no hay muchos prestadores que habitualmente deriven a sus pacientes a educadores en diabetes. O no saben cómo derivarlos, o no pueden encontrar un educador o no entienden lo valiosa que puede ser la educación en diabetes para aquellos que viven con la enfermedad».
«Pero esas derivaciones son fundamentales», señaló la Dra. Linda Siminerio, enfermera registrada, educadora en diabetes certificada, profesora de medicina en la Universidad de Pittsburgh y presidenta del Programa Nacional de Educación en Diabetes. «Las derivaciones tienen un gran efecto en el comportamiento de los pacientes. Cuando los prestadores derivan a los pacientes para que reciban educación en diabetes, vemos una tasa de participación del 83 por ciento pero sin las derivaciones la participación en terriblemente baja. Si los pacientes creen que sus médicos piensan que la educación en diabetes es importante, la toman más en serio. Los pacientes confían en los profesionales que los atienden.
Bardsley enfatizó que la educación y el apoyo son necesarios durante toda la vida de la persona, no solo al momento del diagnóstico. «La diabetes es una enfermedad crónica, y las necesidades del paciente cambian con el tiempo», apuntó. «Por eso es importante derivar a los pacientes no solo una vez sino varias veces a lo largo de sus vidas, para garantizar que reciban toda la información y el apoyo que necesitan para controlar su diabetes en forma adecuada mientras atraviesan las diferentes etapas de la vida.
«Creo que la educación en diabetes siempre ha sido reconocida como una parte clave en la atención de las personas con diabetes», señaló Melinda Maryniuk, quien tiene un máster en educación y es dietista registrada, educadora en diabetes certificada, directora de Programas de atención en el Joslin Diabetes Center y representó a la Academia de Nutrición y Dietética en el grupo de trabajo que redactó la declaración de posición. «Pero algunos médicos no se dan cuenta de lo que realmente implica la educación en diabetes. Este documento describe los elementos claves de la educación en y el apoyo para la diabetes y cuándo creemos que son más necesarios para que los médicos de cabecera y los endocrinólogos puedan reconocer que es más que decirle a alguien «Así se pone la insulina» al momento del diagnóstico».
La Asociación Americana de la Diabetes encabeza la lucha para detener la diabetes (Stop Diabetes®) y sus consecuencias mortales y lucha por aquellos afectados por la diabetes. La Asociación financia investigaciones para prevenir, curar y controlar la diabetes; brinda servicios a cientos de comunidades; ofrece información objetiva y creíble y da voz a aquellos que han sido privados de sus derechos por tener diabetes. Durante los últimos 75 años, nuestra misión ha sido prevenir y curar la diabetes y mejorar las vidas de todos aquellos afectados por esta enfermedad. Para obtener más información, llame a la Asociación Americana de la Diabetes al 1-800-DIABETES (800-342-2383) o visite diabetes.org. Puede recibir información de ambas fuentes en inglés y en español.