SACRAMENTO, 2 de octubre de 2015 /PRNewswire-HISPANIC PR WIRE/ — «Vivimos en tiempos oscuros. El tiroteo en Umpqua Community College, cuyo objetivo era atacar a cristianos, es un reflejo de un mundo que se deriva en la anarquía y el caos, fomentado por el odio que se expresa a través de la violencia. Hago un humilde llamado a nuestra nación para ampliar nuestra lente colectiva y abordar el problema de la intolerancia hacia las personas de fe, en especial cuando se dirige contra los seguidores de Cristo, tanto a nivel nacional como en el extranjero. Aunque sería prematuro, y podría decirse que intelectualmente no es apropiado establecer una equivalencia moral con nuestros hermanos y hermanas en el Oriente Medio y en otros lugares que sufren de la persecución del gobierno y el terrorismo, la tragedia en Oregón expone la necesidad de vigilancia.
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«Por consiguiente, como nación debemos repudiar todo fanatismo religioso sin excepción. Ahora, más que nunca, debemos estar comprometidos a proteger nuestro derecho a la libertad religiosa concedida por Dios y protegida por la Constitución. El debate no debe limitarse a las armas, las leyes, los derechos, la enfermedad mental y la prevención. En última instancia, nuestro debate debe obligarnos a todos a tratar el tema del pecado, que es lo que lleva al odio, a la intolerancia, a la animosidad, al fanatismo, a la apatía, a la complacencia y al asesinato.
«Por otra parte, como pueblo debemos asimismo evaluar los mensajes sobre el cristianismo que se derivan de la cultura popular, los medios de comunicación, las instituciones educativas y el gobierno. Debemos crear un cortafuegos y repudiar todos los vestigios de la retórica y las acciones anticristianas, ya que estos tipos de representaciones y expresiones pueden posiblemente servir como carne de cañón para aquellos que, impulsados por el odio, actúan con violencia contra los seguidores de Jesús. La complacencia de hoy llevará al cautiverio de mañana o incluso peor: a la muerte.
«Finalmente, como seguidores de Cristo, nos corresponde orar y ayudar a las familias afectadas por este horrible acto de violencia. Oramos por que la fuerza del Padre, la gracia del Hijo y el consuelo del Espíritu Santo traiga paz y curación, al unirnos en la promesa de Mateo 5:10: «Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos'».
La Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano (National Hispanic Christian Leadership Conference, o NHCLC) es la mayor organización cristiana hispana del mundo. Sirve como una voz representativa para los más de 100 millones de evangélicos hispanos en más de 40,000 iglesias de Estados Unidos y otras 500,000 congregaciones extendidas por toda la diáspora de habla hispana. Para obtener información adicional, visite el sitio http://www.nhclc.org.