BRONX, Nueva York, 11 de junio de 2019 /PRNewswire-HISPANIC PR WIRE/ — En el estado de Nueva York, las cifras son sobrecogedoras: en 2017 hubo 3,224 muertes relacionadas con opioides. En 16 condados del estado, el número de muertes por sobredosis es casi el doble del promedio nacional. Para abordar esta crisis, el Instituto Nacional del Abuso de Drogas (NIDA, en sus siglas en inglés) va a dedicar $86 millones a estudiar nuevas formas de obtener recursos para las personas más vulnerables en estos 16 condados. Cuatro de estos millones irán destinados a Montefiore Health System y al Albert Einstein College of Medicine.
«Tenemos una necesidad imperiosa de eliminar las barreras que impiden (a doctores primarios, servicios de apoyo social y organizaciones comunitarias) ofrecer la mejor asistencia posible a personas con algún trastorno de opioides», dice Bruce Rapkin, Ph.D., responsable de colaboración comunitaria y ciencias de implementación, en el Departamento de Salud Epidemiológica y Poblacional de Einstein y Montefiore. «Disponemos de terapias y programas que, sin duda, serían muy eficaces en el tratamiento de este trastorno, pero hay factores que obstaculizan su acceso. Confío en que la cooperación entre el Instituto Nacional de la Salud (NIH en sus siglas en inglés), nos permita ser más eficaces a la hora de facilitar recursos de manera efectiva a pacientes y familias con escasos recursos a lo largo y ancho del estado».
Enfrentar una crisis presente
Por mucho que se hable de las nuevas medidas implementadas para recetar opioides, la crisis no ha desaparecido. La primera ola de sobredosis de opioides, desde la década de 1990 hasta 2010, se asocia con recetas médicas de analgésicos opioides. La segunda ola, de 2010 a 2013, aproximadamente, corresponda con el auge del número de muertes relacionadas con la heroína de personas que pasaron de los opioides recetados a otras alternativas más accesibles. La tercera ola empezó en 2013 y se extiende hasta la actualidad, y se caracteriza por un rápido incremento de muertes causadas por opioides sintéticos, como el fentanyl.
Según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU., las muertes por sobredosis se han más que triplicado desde finales de la década de 1990, cuando los primeros opioides irrumpieron en el mercado. Actualmente, más del 70 por ciento de las 700,000 muertes por sobredosis ocurridas desde entonces han sido causadas por opioides. Aunque el total nacional es muy elevado, en algunos estados y condados el impacto ha sido especialmente duro, la mayoría de ellos en el noreste.
El nuevo estudio de varios años de duración e integrado en la iniciativa Ayudando a Acabar con la Adicción a Largo Plazo (HEAL, en sus siglas en inglés), del NIH, tiene como objetivo reducir las muertes por sobredosis un 40% en un plazo de tres años. En Nueva York, esta iniciativa se centrará en los 16 condados con un mayor número de muertes por opioides.
Enfoque «todas las puertas valen» de Montefiore y Einstein
La iniciativa HEAL se basa en la experiencia de Montefiore y Einstein en tres áreas: mejora de los servicios de salud comunitarios, tratamiento de la adicción y desarrollo de modelos científicos de previsión de comportamientos con el fin de personalizar los servicios y recursos de atención.
Uno de los componentes más importantes de la iniciativa es la red de colaboraciones entre médicos, organizaciones comunitarias y programas públicos creada por Montefiore Hudson Valley Collaborative (MHVC) que, a su vez, fue creada hace cinco años para mejorar los servicios de salud de los beneficiarios de Medicaid en el Valle del Hudson.
El equipo seguirá el llamado enfoque «todas las puertas valen», que consiste en que todo el mundo reciba los servicios adecuados, con independencia de cómo y cuándo los soliciten. Los especialistas de Montefiore y Einstein en el tratamiento de trastornos derivados del uso de drogas, ofrecerán orientación y formación a los médicos locales en zonas del estado sin la experiencia y conocimientos técnicos en el asunto. Esto incluye el trabajo con todas las partes relevantes –desde centros de salud psicológica a programas de prevención y divulgación– en todos y cada uno de los condados para el desarrollo de sus propios planes de acción. Los planes se centrarán en aprender a reconocer patrones y tendencias en el consumo de opioides en su área. Se usarán modelos para ayudar a cada comunidad a decidir sus propias estrategias a partir del número de personas y las comunidades en las que puedan incidir.
«El año pasado, solo el 20 por ciento de las personas con un trastorno por uso de opioides recibieron medicamentos adecuados», dijo la doctora Damara Gutnic, directora médica de MHVC y profesora clínica asociada de Epidemiología y Salud Poblacional de Einstein. «Los fondos de la subvención realmente nos ayudarán a desarrollar relaciones con agentes sociales a nivel local, como la policía y organizaciones religiosas, para reforzar la educación, aumentar el número de prescriptores capacitados y reducir el estigma asociado a esta enfermedad. Al transformar el ámbito de tratamiento, podemos descifrar qué necesita realmente cada comunidad y asegurarnos de que las personas obtendrán los medicamentos que necesitan».
Einstein también dirigirá el análisis de la toma de decisiones a nivel comunitario y de cómo, a nivel local, los diferentes condados y estados organizan sus respuestas.
Los 16 condados de enfoque de Nueva York son: Lewis, Broome, Yates, Cayuga, Chautauqua, Columbia, Cortland, Erie (Buffalo), Geneseo, Greene, Monroe (Rochester), Orange, Putnam, Suffolk (Brookhaven), Sullivan y Ulster. Montefiore y Einstein trabajarán conjuntamente con Columbia University, City University of New York, Weill Cornell Medical College, New York University School of Medicine, University of Miami y Yale School of Medicine.
Además de los doctores Rapkin y Gutnick, también participan otros colaboradores de Montefiore y Einstein, a saber: Joan Chaya, Director Senior de Desarrollo de la Fuerza Laboral en MHVC; David Lounsbury, Ph.D., Profesor Adjunto de Epidemiología y Salud Poblacional; Dra. Chinazo Cunningham, MD, MS, Profesora y Directora Adjunta de Medicina General Interna; Dra. Aaron Fox, MD, MS, Profesora Asociada de Medicina General Interna y Joanna L. Starrels, MD, MS, Profesora Asociada de Medicina General Interna.
El estudio tiene el respaldo de NIDA, integrado en el NIH (1 UM1 DA049415 01) y se lleva a cabo en cooperación con la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias.
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FUENTE Montefiore Health System; Albert Einstein College of Medicine