BETHESDA, Maryland, 4 de febrero de 2016 /PRNewswire-HISPANIC PR WIRE/ — El tratamiento prenatal con esteroides disminuye la posibilidad de complicaciones respiratorias en los bebés nacidos entre las 34 y 36 semanas de gestación, que se conocen como bebés prematuros «tardíos», según un estudio realizado por la red de investigaciones de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés).
Los esteroides son un tratamiento estándar para las mujeres que tienen probabilidad de dar a luz antes de las 34 semanas de embarazo, ya que se sabe que estos medicamentos disminuyen las complicaciones respiratorias y otros problemas médicos, así como la muerte, en los bebés prematuros «tempranos». Ahora, los investigadores han encontrado que los esteroides también disminuyen las complicaciones respiratorias graves en los bebés prematuros tardíos.
Anteriormente, se creía que los bebés prematuros tardíos podrían desarrollarse bien sin que sus madres recibieran tratamiento con esteroides. Sin embargo, los investigadores aprendieron más adelante que los bebés prematuros tardíos tienen un mayor riesgo de complicaciones respiratorias en comparación con los bebés nacidos a las 37 semanas o más de gestación.
«El ocho por ciento de los partos se producen en el período tardío del parto prematuro», dijo la autora del estudio, la doctora Uma Reddy, MD, MPH, de la Subdivisión de Investigación sobre el Embarazo y Perinatología del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD, por sus siglas en inglés), que forma parte de los NIH. «Nuestros resultados indican que el tratamiento prenatal con esteroides en las mujeres con partos prematuros tardíos podría reducir en gran medida la tasa de complicaciones respiratorias graves en este grupo de recién nacidos».
El estudio fue cofinanciado por el NICHD y el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés).
«La reducción de las complicaciones respiratorias neonatales podría resultar en un menor daño a los pulmones inmaduros, menos hospitalizaciones, el establecimiento más temprano de un vínculo fuerte entre madre y bebé, y mejor salud pulmonar y general a largo plazo», dijo la doctora Carol Blaisdell, MD, médica del NHLBI y encargada de programa del estudio.
Las mujeres que participaron en el estudio estaban entre las 34 y las 36 semanas de embarazo, y tenían un alto riesgo de un parto prematuro (antes de las 37 semanas). Los investigadores asignaron aleatoriamente a 2,831 participantes para que reciban dos inyecciones del esteroide betametasona o un placebo, con 24 horas de diferencia.
Los investigadores clasificaron los hallazgos del estudio en una sola medida compuesta, un resultado primario derivado de la necesidad de cualquiera de una serie de tratamientos utilizados para tratar la dificultad respiratoria en los recién nacidos, incluyendo:
- Presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP, por sus siglas en inglés), el uso de una suave presión de aire, de manera que pueda llegar suficiente aire a los pulmones.
- La terapia de oxígeno, en la que se administra oxígeno a los pulmones del bebé en concentraciones más altas que la del aire ambiental.
- La ventilación mecánica, en la que se coloca un tubo en la tráquea del bebé que se utiliza para administrar el oxígeno a los pulmones del bebé.
También se incluye en el resultado primario si el bebé nació muerto o si falleció antes de las 72 horas de nacido.
Al concluir el estudio, el 11.6 por ciento de los bebés en el grupo de la betametasona cumplían con los criterios para el resultado primario, es decir, una disminución del 20 por ciento en su necesidad de asistencia respiratoria a las 72 horas de edad, en comparación con el grupo placebo. Dos bebés en el grupo de la betametasona murieron antes de las 72 horas, pero estas muertes no fueron por causas respiratorias. Un bebé murió a causa de un defecto del corazón, y el otro por sepsis, una infección grave de la sangre que a menudo se da en los bebés prematuros. La tasa de sepsis fue más o menos la misma para ambos grupos.
Los investigadores también evaluaron a los bebés según varios resultados secundarios. La evaluación que se hizo basada en las enfermedades respiratorias graves incluía la necesidad de terapia CPAP u oxígeno suplementario durante al menos 12 horas continuas, o una alta concentración de oxígeno durante al menos 24 horas, o ventilación mecánica. Una vez más, el grupo de la betametasona tuvo mejores resultados, con el 8.1 por ciento que calificaron para este resultado secundario, con una reducción del 33 por ciento en las enfermedades respiratorias graves en comparación con el grupo placebo. Los bebés del grupo de la betametasona también eran menos propensos a tener taquipnea transitoria (líquido en los pulmones) o displasia broncopulmonar (daño y formación de cicatrices en el tejido que puede darse con el tratamiento con oxígeno o con la ventilación mecánica).
Los bebés del grupo de la betametasona eran más propensos a tener hipoglucemia o niveles bajos de azúcar en la sangre que aquellos en el grupo placebo (24 por ciento en comparación con el 14.9 por ciento). Por lo tanto, los datos apoyan la supervisión de los niveles de azúcar en la sangre en los recién nacidos cuando se dan esteroides en estas circunstancias. En general, la administración de betametasona en las mujeres con riesgo de parto prematuro tardío disminuyó la tasa de complicaciones respiratorias en sus bebés. Aunque el medicamento aumenta el riesgo de un nivel bajo de azúcar en la sangre en los recién nacidos, no había otras diferencias en las tasas de complicaciones entre los bebés o sus madres.
Sobre el Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano Eunice Kennedy Shriver (NICHD, por sus siglas en inglés): El NICHD apoya las investigaciones sobre el desarrollo antes y después del nacimiento; la salud materna, infantil y familiar; la biología de la reproducción y asuntos poblacionales; y la rehabilitación médica. Para obtener más información, visite el sitio web del Instituto: http://www.nichd.nih.gov/espanol.
Parte de los NIH, el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés) planea, lleva a cabo y apoya las investigaciones relacionadas con las causas, la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del corazón, los vasos sanguíneos, los pulmones y las enfermedades de la sangre; así como los trastornos del sueño. El Instituto también lleva a cabo campañas nacionales de educación sobre la salud de las mujeres y las enfermedades del corazón, el peso saludable para los niños y otros temas. Puede encontrar los comunicados de prensa del NHLBI y otros materiales en http://www.nhlbi.nih.gov.
Sobre los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés): Los NIH, la agencia de investigación médica de la nación, incluyen 27 institutos y centros y forman parte del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos. Son la principal agencia federal encargada de realizar y apoyar la investigación médica básica, clínica y translacional e investigan las causas, los tratamientos y las curas para enfermedades comunes y raras. Para obtener más información sobre los NIH y sus programas, visite http://salud.nih.gov/.