NUEVA YORK, 26 de septiembre del 2018 /PRNewswire/ — La población de adultos mayores de Nueva York crece aceleradamente a medida que los baby boomers envejecen y los residentes del estado viven por más tiempo —y con más enfermedades crónicas—. Esto hace que los cuidadores familiares necesitan más ayuda. Un nuevo informe de AARP detalla un sinnúmero de posibles soluciones, que van desde un crédito impositivo para la clase media para los gastos de bolsillo relacionados con el cuidado hasta una expansión de la «telesalud».
The Future of Family Caregiving: Leading the Change fue el resultado de una cumbre que AARP convocó con la participación de la New York State Health Foundation (NYSHealth), el Departamento de Salud del estado, la Office for the Aging y grupos de cuidadores familiares, así como organizaciones de servicios relacionados con el envejecimiento y grupos de defensa de derechos. La cumbre y el informe fueron financiados por la New York State Health Foundation y AARP Foundation, la filial benéfica de AARP que trabaja para ponerle fin a la pobreza entre los adultos mayores más vulnerables al ayudarlos a desarrollar oportunidades económicas y conexiones sociales.
«Ahora contamos con una excelente guía sobre cómo prestar un mejor apoyo a los casi 2.6 millones de personas que cuidan de un ser querido en Nueva York. Ellos son el pilar de nuestro sistema de cuidados a largo plazo al brindar atención no remunerada por un valor de más de $31,000 millones ($31 billion) al año», comentó Beth Finkel, directora estatal de AARP Nueva York. «Este informe debería servir como el plan de acción para nuestros funcionarios y legisladores elegidos al enfrentar una población que envejece y que sobrecargará cada vez más a quienes cuidan de ellos.
Los cuidadores desempeñan un papel fundamental en el sistema del cuidado de la salud al prestar atención no remunerada indispensable a familiares o seres queridos», afirma el Dr. David Sandman, presidente y director ejecutivo de NYSHealth. «El impacto físico, financiero y emocional de la prestación de cuidados puede afectar mucho a quienes cuidan de un ser querido. Este informe ofrece soluciones que pueden aliviar un poco esa carga y garantizar que los residentes de Nueva York cuenten con el apoyo que necesiten para seguir siendo eficaces en el desempeño de sus labores.
Las expectativas de vida entre los residentes del estado continúan aumentando. Seguimos comprometidos a trabajar con AARP y nuestros socios gubernamentales y comunitarios en todo el estado para hacer más fácil las labores de los cuidadores familiares, y a la vez mejorar la salud y el bienestar de estos cuidadores tan importantes», dijo el Dr. Howard Zucker, comisionado de salud del estado. «Los hallazgos de la cumbre The Future of Caregiving: Leading the Change de AARP contribuirán enormemente a la identificación de recursos y soluciones adicionales para apoyar a las personas que prestan cuidados a sus seres queridos mayores».
«Los cuidadores familiares marcan una gran diferencia en las vidas de las personas que atienden, y brindan una ayuda esencial para que sus seres queridos puedan continuar viviendo en sus propios hogares», comentó Greg Olsen, director interino de la New York State Office for the Aging. «A medida que el estado de Nueva York continúe creando más comunidades habitables, apropiadas para los adultos mayores y personas de todas las edades, debemos asegurarnos de que los cuidadores familiares cuenten con los recursos necesarios que les permitan enfocarse en su propio bienestar».
Los cuidadores familiares ayudan a sus seres queridos con tareas diarias como cocinar, el transporte a citas médicas y administrar múltiples medicamentos, así como a bañarse, vestirse y comer. Asimismo, llevan a cabo tareas médicas cada vez más complejas que los enfermeros y hospitales solían llevar a cabo, como el curar heridas.
El nuevo informe muestra que los cuidadores enfrentan la falta de relevo y otros desafíos que incluyen:
- Pérdida de horas laborales, lo que puede reducir los ingresos y las ganancias durante la jubilación, así como la denegación de posibles ascensos.
- Mantenimiento del equilibrio entre el cuidado de uno de sus padres, el trabajo y la crianza de niños pequeños en muchos casos.
- Temor a extraños y preocupaciones de carácter financiero en cuanto a la contratación de ayuda externa y la incapacidad de encontrar a alguien calificado, económico y disponible.
- Costos de bolsillo relacionados con el cuidado, que en promedio son casi $7,000 al año —y sobre $10,600 anuales en el caso del cuidado de un ser querido con demencia—. Esto significa, en promedio, el 20% de los ingresos, pero para los hispanos que cuidan de un ser querido esto representa un alarmante 44% y un 34% en el caso de los cuidadores afroamericanos.
- Listas de espera para recibir los servicios en el hogar y en la comunidad, que apoyan a los cuidadores en la atención que brindan a sus seres queridos y evita las mudanzas no deseadas a centros de cuidados; una opción mucho más cara y costeada en su mayor parte por los contribuyentes.
- Aislamiento social y otros problemas de salud mental.
Las necesidades de los cuidadores familiares siguen aumentando; para el 2050, la cantidad de personas de 85 años o más en el país se triplicará, y tanto como el 34% de los adultos mayores podrían tener limitaciones funcionales y necesitar ayuda a tiempo completo o parcial para evitar o demorar el cuidado en instituciones. No obstante, la disponibilidad de cuidadores familiares disminuirá.
Sobre la base de la sólida ley de licencia familiar con goce de sueldo de Nueva York y la Ley CARE, que exige que los hospitales preparen mejor a los cuidadores para la atención que brindarán a sus seres queridos después de que les den de alta, el informe incluye estas posibles soluciones:
- Un crédito en el impuesto estatal para gastos de bolsillo relacionados con el cuidado, como rampas para sillas de ruedas, alimentos y suministros médicos.
- La ampliación de la Ley CARE para que incluya enfermería especializada y centros de rehabilitación.
- La ampliación de la telesalud y la telesalud mental para que los médicos puedan monitorear los signos vitales de los adultos mayores, como el ritmo cardíaco, la presión arterial y los niveles de azúcar en sangre de manera remota por medio de teléfonos inteligentes. Así se alertará a los cuidadores familiares, por ejemplo, si el adulto mayor se tomó los medicamentos, dejó la estufa encendida o se cayó. Esto se desarrollaría sobre la base de una iniciativa estatal del 2018 para ampliar el uso de la telesalud bajo Medicaid.
- Mejora de las salas de emergencia de los hospitales para hacerlas más aptas para los adultos mayores, con iluminación que no deslumbre, piso antideslizante, información en letras grandes, barandillas, temperaturas más cálidas en las habitaciones, insonorización mejorada, sala para los cuidadores familiares y personal con capacitación especial.
- Un compendio accesible, simplificado y que se adapte a la cultura, de los servicios estatales y locales, que incluya los requisitos de elegibilidad, el costo y la asistencia voluntaria y remunerada para el transporte a citas médicas, las reparaciones menores en el hogar y las visitas de relevo para los cuidadores.
- Más centros de relevo para cuidadores como los que se encuentran en el Montefiore Medical Center en el Bronx y en el Northern Westchester Hospital.
- Grupos de apoyo en línea, chats y salas virtuales para los cuidadores familiares que no tienen el tiempo o la energía para asistir a reuniones presenciales.
- La expansión del alcance de los servicios de banda ancha a zonas remotas del estado.
- Un registro de proveedores de servicios en el hogar que permita que los consumidores se conecten con trabajadores locales calificados que brinden servicios y apoyo a largo plazo.
En todo el país, 44 millones de personas —incluidos casi 2.6 millones en el estado de Nueva York— brindan atención y apoyo a alguien debido a una discapacidad física, emocional o cognitiva. Esta atención no remunerada tiene un valor de $31,300 millones ($31.3 billion) anuales en Nueva York y de $470,000 millones ($470 billion) en toda la nación.
AARP urge a las personas de 50 años o más a «ser la diferencia» y votar en las próximas elecciones de medio término, y a tomar en consideración las posturas de los candidatos en cuanto al apoyo a los cuidadores familiares.
Una encuesta de AARP Nueva York y Siena College entre baby boomers e integrantes de la generación X en el estado, publicada el otoño pasado, encontró un fuerte apoyo a los servicios en el hogar. Sobre dos tercios de los encuestados dijeron que los servicios de transporte, los servicios de relevo para los cuidadores familiares, la ayuda mediante el suministro de comidas y el manejo de los quehaceres del hogar ayudarían.
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FUENTE AARP New York